Los activos retornables en tiendas de autoservicio son aquellos elementos utilizados en las operaciones que, una vez cumplida su función inicial, deben ser devueltos a la tienda para ser reutilizados. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Carritos de compra: Los más conocidos, utilizados para transportar los productos desde los estantes hasta el exterior de la tienda.
- Canastas de mano: Más pequeñas y ligeras, ideales para compras rápidas.
- Cestas: Pequeños contenedores, a menudo de plástico, para productos a granel (frutas, verduras, etc.).
- Rejillas: Instaladas para separar espacios o presentar productos de forma práctica y eficiente.
- Bandejas de pan: Las que sirven para hornear y las que son utilizadas para llevar el pan a la caja de cobro.
- Cajas de plástico: Empacadas para productos a granel, como frutas y verduras.
- Cajas de cartón: En las que se reciben los productos de los proveedores.
- Tarimas: Soportes utilizados para la manipulación de los productos y su ubicación en los racks.
- RPCs: Contenedores robustos y duraderos que se utilizan para el transporte y almacenamiento de productos, son utilizados especialmente en el sector de alimentos frescos.
La importancia de los activos retornables en tienda de autoservicio
Los activos retornables en una tienda de autoservicio, pueden parecer elementos simples, pero su función tiene un impacto significativo en la rentabilidad, la sostenibilidad y la experiencia del cliente.
Al reutilizar estos activos, se genera un ahorro considerable a largo plazo. Su reutilización promueve una economía circular, ya que se pueden estar usando durante el mayor tiempo posible, reduciendo la necesidad de gastar en nuevos recursos.
Al implementar un sistema de control eficaz para los activos retornables, las tiendas de autoservicio pueden mejorar su eficiencia operativa, reducir costos, mejorar la imagen visual de la tienda generando un espacio ordenado y limpio, que por consecuencia brinda una mejor experiencia a los clientes.
¿Cómo controlar los activos retornables?
Es más común de lo que se piensa el robo de carritos en los supermercados, o el daño por su uso intensivo y las condiciones climáticas a las que se exponen. También es común que los empleados no conozcan la ubicación y cantidad de los activos dentro del establecimiento por no tener un registro preciso de estos. Para implementar un control adecuado de los activos retornables, se pueden adoptar las siguientes estrategias:
- Designación de un área de retorno: Establecer un lugar específico donde los clientes puedan devolver los carritos y otros elementos y que estén resguardados de condiciones climáticas que puedan afectarlos, como la lluvia o los rayos del Sol.
- Capacitación del personal: Los empleados deben ser capacitados para recordar a los clientes que devuelvan los activos y para verificar que el área de retorno esté siempre ordenada.
- Sistemas de conteo: Realizar conteos periódicos para verificar que el número de activos disponibles coincide con el inventario.
- Uso de tecnología: Implementar sistemas de seguimiento por GPS o RFID para localizar activos perdidos o robados.
Para llevar un control preciso de los activos retornables, se pueden realizar diferentes tipos de inventarios:
Inventario físico: Conteo manual de todos los activos disponibles en un momento dado.
Inventario cíclico: Conteo de una parte del inventario de forma regular, para verificar la precisión del registro.
Inventario permanente: Actualización continua del inventario a medida que se reciben y se devuelven los activos.
Inventario por ubicación: Conteo de los activos en diferentes áreas de la tienda (estacionamiento, área de cajas,etc.).
Tecnología RFID en el seguimiento de activos retornables en tiendas de autoservicio
La tecnología RFID permite rastrear los productos desde su origen hasta la tienda, lo que facilita la gestión de la cadena de suministro y mejora la trazabilidad.
Al implementar sistemas RFID, las tiendas de autoservicio pueden obtener una gran visibilidad sobre el movimiento de sus productos y equipos, lo que se traduce en una serie de beneficios en la rentabilidad del negocio.
Las etiquetas RFID se adhieren a los activos, permitiendo un conteo de inventario más preciso y rápido, lo que reduce los errores y discrepancias que ayudan a optimizar los procesos de reposición. Es importante que las etiquetas RFID sean resistentes a condiciones ambientales adversas como la humedad y las altas temperaturas.
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